
En Fundación Celta queremos destacar y aplaudir el compromiso solidario de la peña celtista “Cuadrilla de Pepa a Loba”, de Muros (A Coruña), que desde hace más de veinte años mantiene un firme vínculo con la comunidad indígena de Totora-K, en la región de Potosí, Bolivia. Esta peña, presidida por Santiago Vázquez Maceiras y formada por aproximadamente 240 miembros, ha demostrado cómo el fútbol puede ser una herramienta de transformación social.
El origen de este proyecto solidario se remonta a finales de los años noventa. Tras un episodio de violencia fuera del estadio, algunos de los miembros de la peña decidieron que era necesario “humanizar el fútbol”. Fue entonces cuando, gracias al testimonio del misionero muradano Francisco Duber Novo, que desde 1962 evangeliza y acompaña a la comunidad de Totora-K, la peña encontró una causa con la que comprometerse.
Desde entonces, la “Cuadrilla de Pepa a Loba” ha enviado una media de 6.000 euros cada dos años (3.000 al año, llegando incluso a 5.000 en 2019), con los cuales se han logrado avances cruciales para el desarrollo educativo y vital en la zona. Entre sus principales logros destacan:
– La construcción de un internado con dos pabellones que acogen a medio centenar de jóvenes indígenas. Antes de su existencia, muchos niños debían recorrer más de 8 kilómetros a pie para asistir a clase.
– La mejora del suministro energético, pasando de generadores convencionales a un sistema basado en placas solares, lo que redujo costes y mejoró la sostenibilidad del internado.
– La creación de una biblioteca escolar, que ha facilitado el acceso al estudio y materiales educativos.
– El mantenimiento integral del internado, sufragado íntegramente por la peña.
El acompañamiento de la peña ha sido clave para revertir el alto absentismo escolar y conseguir que jóvenes de la comunidad avancen hacia estudios de Bachillerato e incluso accedan a la universidad, algo impensable hace apenas dos décadas.
Desde la Fundación Celta expresamos nuestro profundo reconocimiento a la peña “Cuadrilla de Pepa a Loba” por convertir el sentimiento celeste en una fuerza de solidaridad internacional. Este tipo de iniciativas reafirman los valores de cooperación y respeto que se fomentan desde la Fundación Celta.

